domingo, 14 de octubre de 2012

Carta a los padres: el estudio y su influencia en el pádel.






ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO Y SU INFLUENCIA EN EL DEPORTE

              La familia ejerce un efecto considerable sobre el rendimiento académico y deportivo de sus hijos, ya que son importantes en la adquisición de  los hábitos por el hijo, y en la motivación de los mismos por aprender actitudes. Esto lo realizan los niños al hablar, jugar o al convivir con los padres, que a la vez son modelos de sus hijos: a veces fomentan hábitos negativos para el estudio y para la práctica deportiva.

            “Motivar“ recurriendo a las ventajas futuras que obtendrían (bici, vacaciones...), no incentivan el estudio ni generan una actitud hacia el esfuerzo y la superación de las barreras y obstáculos. Las recompensas futuras no mantienen las conductas del “día a día“.

            Para aprobar no es suficiente con estudiar ; además se han de dar las condiciones ambientales favorables de hábitos de estudio, de utilización de  un método de estudio eficaz y la obtención de recompensas que refuercen el esfuerzo.

            Los objetivos a trabajar por los padres son dos :

1) Controlar las condiciones que hacen posible la adquisición de hábitos de estudio.
2) Recompensar eficazmente el trabajo y el aprendizaje.


            ENTORNO FAMILIAR Y HÁBITOS DE ESTUDIO

            Una actividad se convierte en hábito, cuando regularmente se realiza en unos lugares, y en unos momentos determinados, los cuales  van a servir al niño como señales para que vuelva a ocurrir esa conducta.

            Los padres deben adaptar y controlar las condiciones ambientales eficazmente.

Adecuar el lugar de estudio

            Debe ser un lugar de estudio, sin demasiados objetos o ruidos que distraigan, bien iluminado, con una mesa de trabajo con sólo el material necesario, y que se pueda utilizar habitualmente a las mismas horas para el estudio.

            Si hay más niños en casa, los padres deben impedir :
            . Distracción por la TV.
            . Distracción por los juegos de los demás.

            Los padres han de controlar también, que niños estudien a la misma hora, en el mismo sitio, y que no interrumpan el estudio muchas veces ( para beber, ver la TV... ).

Establecer y respetar un horario y un método de estudio adecuado

            Lo primero, es que el niño establezca un horario que regule las tareas de estudio.  La duración y las tareas se adecuarán a los niveles educativos, y a las condiciones de cada niño.

Servir de modelos educativos

            La observación es un  valioso método de aprendizaje: los padres sirven como modelo a sus hijos. Si un niño imita una conducta y recibe aprobación, entonces aumentará la probabilidad de aparición de esa respuesta, y la probabilidad de seguir imitando otras conductas (si lee periódico igual que el padre y se le aprueba con elogios, volverá a hacerlo).

            Si en el entorno familiar se realizan actividades como la lectura o el estudio, y se enfatiza su importancia y utilidad, entonces es probable que se creen  hábitos de estudio positivos.



LOS PADRES Y LA MOTIVACIÓN PARA EL ESTUDIO

            Las recompensas sólo han de  ofrecerse a medio y corto plazo (aprobar, conseguir un trabajo, obtener prestigio social... ). Los padres deben reforzar día a día el trabajo y el esfuerzo de los chicos.

Provocar el interés y la curiosidad

            Se les puede pedir que realicen algunos cálculos al hacer las compras, buscar su ayuda para recordar algo o entender algún asunto, consultar algunos libros para preparar un viaje, consultar los artículos deportivos sobre el tenis o el pádel.
           
            La atención de los padres a los progresos y dificultades escolares, es un incentivo potente para los niños, y permite a los padres ser objetivos al exigirles resultados y a la hora de comprenderlos.

Utilidad de los premios

            Los elogios y las recompensas obtenidos como consecuencias inmediatas, son muy positivas para el estudio.
            Hay que reforzar con atención o premios el cumplimiento diario de las tareas como permanecer sentado trabajando; posteriormente se pueden ir reforzando otros objetivos más complejos.

            Para recompensar eficazmente el trabajo diario :

1)    Las recompensas no son universales ( hay que buscar refuerzos particulares para cada caso ). Puede ser un regalo o aprobación de los padres, profesores o los amigos.

2)    La atención, elogio y el apoyo expreso son potentes reforzadores.

3)    La recompensa gratuita, excesiva o desproporcionada pierde  su valor reforzante. Es positivo informar a los chicos como han de comportarse para obtener o perder una recompensa, y actuar así en consecuencia.

4)    Los refuerzos son efectivos si son inmediatos. Deben estar disponibles ( un rato de juego o de TV... ).

5)    Los castigos, menospreciar la capacidad del niño, y los insultos provocan emociones negativas, y esto dificulta la comunicación padres-hijos.

6)    Recordar lo incorrecto por sí sólo no provoca que el niño sepa que está bien.




ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO DE LOS HIJOS


1)    Para que el niño adquiera aptitudes, destrezas y habilidades positivas para el estudio, hay que valorar los esfuerzos, reconocer los méritos, darles ejemplo de preocupación por saber más y contagiarles la ilusión por adquirir conocimientos, por leer  y por superarse. Si partimos de este principio, lo podremos extender posteriormente al deporte.

2)    Para que el niño obtenga la máxima información posible sobre la tarea, tienen que ver como los padres amplían sus conocimientos constantemente, echando mano de los libros, y seguidamente hay que instruirlos para su correcto manejo.

3)    Para que los niños asuman solucionar sus problemas, superar obstáculos y aprendan materias difíciles, han de aprender de nosotros que no hay reto insalvable si ponemos los medios adecuados y se actúa inteligentemente ( hay que decirle a los niños : “ tu puedes hacerlo con mayor coraje “ ).

4)    Para que adquieran confianza en sí mismos y mayor autoestima, hay que fijarse en todo lo positivo de nuestros hijos, y transmitir constantemente que valen, sirven, son inteligentes y pueden lograr lo que quieran esforzándose para ello.

5)    Para logra que estén activados la curiosidad y el interés por descubrir, conocer y asimilar conocimientos nuevos, es positivo que aprenda de los padres ese “ hambre de sabiduría”. Hay que transmitir el deseo de aprender.

6)    Cuando llega el fracaso escolar, el sujeto motivado intrínsecamente no se juzga como incompetente, lo que le llevaría a disminuir su esfuerzo, sino que atribuye su bajo rendimiento a la falta  de esfuerzo.  Para esto los padres no deben dar a entender que los fracasos son por falta de aptitudes intelectuales, ya que esto los hundiría, sino que son por haber utilizado poco tiempo, atención y esfuerzo.




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