ORIENTACIONES PARA EL ESTUDIO Y SU INFLUENCIA EN
EL DEPORTE
La familia ejerce un efecto
considerable sobre el rendimiento académico y deportivo de sus hijos, ya que
son importantes en la adquisición de los
hábitos por el hijo, y en la motivación de los mismos por aprender actitudes.
Esto lo realizan los niños al hablar, jugar o al convivir con los padres, que a
la vez son modelos de sus hijos: a
veces fomentan hábitos negativos para el estudio y para la práctica deportiva.
“Motivar“ recurriendo a las
ventajas futuras que obtendrían (bici, vacaciones...), no incentivan el
estudio ni generan una actitud hacia el esfuerzo y la superación de las
barreras y obstáculos. Las recompensas futuras no mantienen las conductas del “día a día“.
Para aprobar no es suficiente con
estudiar ; además se han de dar las condiciones ambientales favorables de
hábitos de estudio, de utilización de un
método de estudio eficaz y la obtención de recompensas que refuercen el
esfuerzo.
Los objetivos a trabajar por los padres son dos :
1)
Controlar las condiciones que hacen posible la adquisición de hábitos de estudio.
2)
Recompensar eficazmente el trabajo y el aprendizaje.
ENTORNO
FAMILIAR Y HÁBITOS DE ESTUDIO
Una actividad se convierte en
hábito, cuando regularmente se realiza en unos lugares, y en unos momentos
determinados, los cuales van a servir al
niño como señales para que vuelva a ocurrir esa conducta.
Los padres deben adaptar y controlar
las condiciones ambientales eficazmente.
Adecuar el
lugar de estudio
Debe ser un lugar de estudio, sin
demasiados objetos o ruidos que distraigan, bien iluminado, con una mesa de
trabajo con sólo el material necesario, y que se pueda utilizar habitualmente a
las mismas horas para el estudio.
Si hay más niños en casa, los padres
deben impedir :
. Distracción por la TV.
. Distracción por los juegos de los
demás.
Los padres han de controlar también,
que niños estudien a la misma hora, en el mismo sitio, y que no interrumpan el
estudio muchas veces ( para beber, ver la TV... ).
Establecer y
respetar un horario y un método de estudio adecuado
Lo primero, es que el niño
establezca un horario que regule las tareas de estudio. La duración y las tareas se adecuarán a los
niveles educativos, y a las condiciones de cada niño.
Servir de
modelos educativos
La observación es un valioso método de aprendizaje: los padres sirven como modelo a sus hijos.
Si un niño imita una conducta y recibe aprobación, entonces aumentará la
probabilidad de aparición de esa respuesta, y la probabilidad de seguir
imitando otras conductas (si lee periódico igual que el padre y se le aprueba
con elogios, volverá a hacerlo).
Si en el entorno familiar se
realizan actividades como la lectura o el estudio, y se enfatiza su importancia
y utilidad, entonces es probable que se creen
hábitos de estudio positivos.
LOS PADRES Y LA
MOTIVACIÓN PARA EL ESTUDIO
Las recompensas sólo han de ofrecerse a medio y corto plazo (aprobar,
conseguir un trabajo, obtener prestigio social... ). Los padres deben
reforzar día a día el trabajo y el esfuerzo de los chicos.
Provocar el
interés y la curiosidad
Se les puede pedir que realicen
algunos cálculos al hacer las compras, buscar su ayuda para recordar algo o
entender algún asunto, consultar algunos libros para preparar un viaje,
consultar los artículos deportivos sobre el tenis o el pádel.
La atención de los padres a los
progresos y dificultades escolares, es un incentivo potente para los niños, y
permite a los padres ser objetivos al exigirles resultados y a la hora de
comprenderlos.
Utilidad de los
premios
Los elogios y las recompensas
obtenidos como consecuencias inmediatas, son muy positivas para el estudio.
Hay que reforzar con atención o
premios el cumplimiento diario de las
tareas como permanecer sentado trabajando; posteriormente se pueden ir
reforzando otros objetivos más complejos.
Para recompensar eficazmente el
trabajo diario :
1) Las recompensas no son
universales ( hay que buscar refuerzos particulares para cada caso ). Puede ser
un regalo o aprobación de los padres, profesores o los amigos.
2) La atención, elogio y el
apoyo expreso son potentes reforzadores.
3) La recompensa gratuita,
excesiva o desproporcionada pierde su
valor reforzante. Es positivo informar a los chicos como han de comportarse
para obtener o perder una recompensa, y actuar así en consecuencia.
4) Los refuerzos son efectivos
si son inmediatos. Deben estar disponibles ( un rato de juego o de TV... ).
5) Los castigos, menospreciar la
capacidad del niño, y los insultos provocan emociones negativas, y esto
dificulta la comunicación padres-hijos.
6) Recordar lo incorrecto por sí
sólo no provoca que el niño sepa que está bien.
ORIENTACIONES
PARA EL ESTUDIO DE LOS HIJOS
1) Para que el niño adquiera aptitudes, destrezas y habilidades
positivas para el estudio, hay que valorar
los esfuerzos, reconocer los méritos, darles ejemplo de preocupación por
saber más y contagiarles la ilusión por adquirir conocimientos, por leer y por superarse. Si partimos de este
principio, lo podremos extender posteriormente al deporte.
2) Para que el niño obtenga la máxima información posible
sobre la tarea, tienen que ver como los padres amplían sus conocimientos
constantemente, echando mano de los libros, y seguidamente hay que instruirlos
para su correcto manejo.
3) Para que los niños asuman solucionar sus problemas, superar
obstáculos y aprendan materias difíciles, han de aprender de nosotros que
no hay reto insalvable si ponemos los medios adecuados y se actúa
inteligentemente ( hay que decirle a los niños : “ tu puedes hacerlo con mayor
coraje “ ).
4) Para que adquieran confianza en sí mismos y mayor autoestima,
hay que fijarse en todo lo positivo de nuestros hijos, y transmitir
constantemente que valen, sirven, son inteligentes y pueden lograr lo que
quieran esforzándose para ello.
5) Para logra que estén
activados la curiosidad y el interés por
descubrir, conocer y asimilar conocimientos nuevos, es positivo que aprenda
de los padres ese “ hambre de sabiduría”. Hay que transmitir el deseo de
aprender.
6) Cuando llega el fracaso escolar, el sujeto motivado
intrínsecamente no se juzga como incompetente, lo que le llevaría a disminuir
su esfuerzo, sino que atribuye su bajo rendimiento a la falta de esfuerzo.
Para esto los padres no deben dar a entender que los fracasos son por
falta de aptitudes intelectuales, ya que esto los hundiría, sino que son por
haber utilizado poco tiempo, atención y esfuerzo.
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